
Nacido en París en 1986, Santiago Torres es un artista interactivo cuyo trabajo se encuentra en la intersección del arte digital y cinético. Explora la relación entre la luz, el color y la abstracción geométrica, a menudo a través de dispositivos interactivos y obras que utilizan tecnologías de vanguardia. Su trabajo se caracteriza por una búsqueda de diálogo entre el espectador y la obra, donde la participación activa se convierte en un elemento esencial de la experiencia estética.
Después de pasar parte de su infancia en Venezuela, se instaló definitivamente en París en 2005, donde obtuvo el estatus de refugiado político. Desde muy joven, se dedicó a la investigación artística sobre el color, la luz y la interactividad. Su llegada a Francia lo situó en el corazón de la escena artística cinética y neo-constructivista, donde conoció a figuras influyentes como Julio Le Parc y Octavio Herrera, quienes tendrían una influencia decisiva en su trabajo.
Primeras investigaciones e inmersión en el arte cinético (2008-2009)
En 2008, Torres debutó exponiendo su primera obra personal en Francia, Hommage à Malevitch, en la Galerie Neri Marigno. Esta exposición marcó su entrada en el mundo del arte contemporáneo francés. Ese mismo año, se unió al Atelier Schöffer, donde profundizó su conocimiento sobre el arte cibernético y cinético, un campo que le permitiría desarrollar su propio enfoque sobre la interactividad y el arte digital. También fue en este momento cuando la restauradora Éléonore Schöffer notó su trabajo, declarando que sus creaciones "no son estáticas, sino que están abiertas al diálogo estético y sensible".
En 2009, participó en la Nuit Blanche de París, donde presentó una instalación interactiva. Ese mismo año, fue encargado de restaurar una gran parte de las obras luminosas de Julio Le Parc, entre ellas Jeux Surprises, lo que le permitió desarrollar una comprensión más profunda de los materiales y los procesos técnicos utilizados en el arte cinético y digital.
Ascenso en la escena internacional (2010-2014)
En 2010, estuvo representado por la Galerie Denise René, una referencia fundamental en el arte cinético, donde presentó Trame en temps réel, una obra que explora la imprevisibilidad y la fluidez de la composición visual digital. Ese mismo año, expuso en Art Basel y en la FIAC, integrándose así en las principales ferias internacionales de arte contemporáneo.
En los años siguientes, siguió exponiendo, como Noir et Blanc (2011, Architektur der Stille, Das Kleine Museum) y Trame en temps réel en el Musée en Herbe (2012), mientras seguía siendo representado regularmente por la Galerie Denise René. En 2013, presentó su serie Lumières Aléatoires en la exposición Les Sud-Américains en la Galerie Denise René y participó en eventos prestigiosos como Cinétique Numérique en Art-ON Istanbul y la PINTA-London Latin American Art Fair. Ese mismo año, fue invitado a participar en Hommage to Denise René en el Espace Expression de Miami.
En 2014, la Galerie Denise René le dedicó una exposición individual, Interactive, afirmando su papel de pionero en la integración de tecnologías digitales en el arte cinético. También fue en ese año cuando desarrolló Illuminar, una serie de dispositivos interactivos destinados a ser instalados en hospitales, en colaboración con la asociación Art dans la Cité, lo que ilustró su compromiso con la integración del arte en espacios públicos y médicos.
Desarrollo institucional y expansión tecnológica (2015-2025)
Entre 2015 y 2019, Torres siguió alimentando sus investigaciones artísticas participando en numerosas exposiciones, como Cinétique et Numérique 2 (Galerie Denise René, 2015), Lumière et Mouvement (Galerie Denise René, 2016) y Variation en la Cité Internationale des Arts (París, 2016). En 2018, inauguró EP7, un espacio cultural parisino con una fachada digital de 133 m², donde presentó una exposición personal titulada Interactive. También continuó exponiendo en eventos significativos como Ballet Mécanique en Souillac y Espace Oblique (Galerie Denise René).
En 2019, comenzó una residencia artística en la Villa Dufraine – Académie des Beaux-Arts, donde exploró las interacciones entre algoritmos, escultura e inteligencia artificial. Esta exploración continuó en 2020, cuando expuso Colorful en la Galerie Denise René y desarrolló una serie de grabados láser creados por algoritmos generativos.
En 2021, presentó sus primeras obras algorítmicas, que también eran grabados láser, en un nuevo enfoque minimalista y generativo. Ese mismo año, finalizó su residencia en la Cité Internationale des Arts y participó en la exposición Structures du silence en la Galerie Denise René. En 2022, lanzó Rotations Colors, una colección de NFT, y presentó Real-Time en la exposición Calculer la beauté, comisariada por Dominique Moulon.
En 2023, inició el proyecto In Material junto a Janine Sarbu, un proyecto que reúne a 27 artistas bajo la comisaría de Dominique Moulon, Janine Sarbu y él mismo. En abril de 2024, fue celebrado con una exposición individual en METAHAUS, VITRIOL, comisariada por Janine Sarbu, con la participación de la ministra de Cultura Rachida Dati. En octubre de 2024, lanzó el proyecto UnReal, que nuevamente reúne a 27 artistas, bajo la comisaría de Moulon, Sarbu y Torres.
En 2025, sigue superando los límites de su arte al explorar nuevos horizontes digitales y tecnológicos, participando en la exposición DIEU EST ALGORITHME en la Galerie Plateforme Paris y en Fluctuations en METAHAUS.
Santiago Torres es un artista comprometido en una búsqueda constante entre el arte, la tecnología y la interacción, buscando renovar la experiencia estética contemporánea a través de sus obras interactivas, digitales y algorítmicas.
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